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El mérito de ser jefe


Cuando solo tienes que llevar mucho tiempo en la empresa

Capítulo 1
Pongámonos en situación.
Si tomamos decisiones basadas en el criterio de, ?TODO EL MUNDO LO ESTÁ HACIENDO?, definitivamente no te estás enterando de absolutamente nada
Muchos empresarios, directivos o incluso mandos intermedios, toman decisiones en función de lo que otras empresas hacen, o llevan haciendo un tiempo. Esta es una práctica habitual en empresas dirigidas por personas cuyo único mérito para tener esa responsabilidad es llevar ?toda la vida?, o ser de confianza absoluta del Gerente.
Una de las peores cosas que nos puede ocurrir si no tenemos cuidado es:
?equivocar el concepto de persona de confianza?. No ser exigente con la cualificación de alguien, porque la persona que quieres a tu lado sea de tu entera confianza ha llevado a muchas empresas a perder mucho dinero, o incluso ha provocado su desaparición.
Esto se suele dar muy a menudo en empresas con muchos años e incluso en multinacionales, pero sobre todo en pequeñas y medianas empresas a las que las cosas les ha ido medianamente bien porque han tenido capacidad económica para aguantar, o porque han dependido de otra empresa aún más grande que les ha dado el sustento necesario para poder aguantar la crisis.
Por este motivo, hay muchas empresas que no creen en el marketing, ni en la comunicación, ni escuchan lo suficiente a los clientes, solo actúan con un criterio, ?llevo tanto tiempo haciendo esto, que no se hacer otra cosa?.
Esta situación, al que no trabaje la calle no le suena, pero a los que la vivimos a diario es algo más que habitual.

Capítulo 2
Cuando la empresa piensa en lo que necesita


Se dan muchos casos en los que me encuentro empresas que vienen como si fueran mis pacientes. Algunos vienen con dolencias, o simplemente a pasar una revisión, quitar un poco de malos hábitos etc.
Esto es una empresa que entiende bien el concepto de que hay que cuidarse tanto por dentro como por fuera, y al más mínimo síntoma, acuden al especialista para que les haga un chequeo y les aconseje.
Esto define lo que es una marca, una empresa que quieres estar bien por dentro y por fuera, que se cuida, que está pendiente de su alrededor para ser responsable con lo que le rodea y quiere hacer lo posible para que, lo que dependa de ella, esté de la mejor manera posible. Lidera un estilo de vida que su entorno sigue.

También se da el caso de clientes que llevaban mucho tiempo notando que alguna cosa no va bien, y se aguantan con ello porque no tienen tiempo o creen que no es importante, pero cuando han visto que realmente no pueden aguantar y la cosa va a peor, entonces han decidido acudir al especialista para que obre el milagro en tres días y con el mínimo coste para ellos.
En estos casos, que son la mayoría, explicarles que si no se interviene rápido el problema puede ir a peor, es algo que casi les ofende, incluso te dicen que eres un exagerado, que a alguien conocido ya le pasó y, no es que se le arreglara el problema, pero que ha aprendido a vivir con ello y no ven la necesidad de hacer nada especial.
También hay quién se pone en tus manos y confían en la recuperación.
Pero se da el caso en el te dicen que hagas lo que sea necesario pero con dosis que sean pequeñas, que no curen, pero que le alivien, que tampoco es tan grave. Incluso algunos, te dicen que ellos tienen a alguien que, con algo que le hizo un curandero, llegaron a hacer que el problema desapareciera con una asombrosa recuperación y sin gastar un céntimo.
Todavía aquí hay que explicar que la salud es lo primero, pero hay que dejar muchas veces que las personas se convenzan por sí mismas de las consecuencias de sus decisiones.
También existe el cliente que quiere directamente que lo resucites, este cliente es el que se ha dado cuenta tarde de todo lo que habíamos hablado desde hace años, y que ahora, después de mucho tiempo, se ha dado cuenta de que tenía que haber tomado decisiones distintas a las que tomó en su momento.
En este caso los milagros tienen un precio que pocos quieren asumir.
Al final del todo hay dos tipos de clientes, los que entienden que para ser una gran marca hay que invertir, y los que quieren ser una gran marca pero no pueden gastar.

Capítulo 3
Cuando la dependencia de la empresa es total


Cuando un Gerente decide que debe dirigir su empresa personas que son de su confianza, y no confían en alguien nuevo con experiencia y cualificación, con ideas nuevas y con formas diferentes de trabajar, no se da cuenta de que lo que está haciendo es poner sus decisiones en manos de alguien que lleva trabajando en su empresa mucho tiempo, y que sabe el coste que tiene el prescindir de ella.
Esta situación se puede comparar con un secuestro, debido a que alguien que lleva mucho tiempo trabajando en la empresa, y tiene el poder de decisión sobre cosas importantes conociendo los métodos, procedimientos y las formas de actuación de la empresa, sabe también que puede hacer su santa voluntad. Sabe perfectamente el coste que tiene para la empresa prescindir de él, y el miedo que tienen a lo que pueda pasar si se va.
En esta situación, hay personas que son profesionales y hacen lo imposible para luchar por su puesto, pero en muchas ocasiones, por incapacidad, o incluso por desconocimiento, dejan atrás ideas, procesos y personas que pueden aportar mucho beneficio a la empresa, solo por mantener su puesto de trabajo.
En el 90% de las veces el Gerente no lo ve así, y por eso son dependientes totales de sus empleados veteranos.
Con los clientes pasa igual, ser dependiente de un cliente de toda la vida, que tiene exclusividad de tus productos y que siempre impone su ley, diciéndote lo que tienes, o no, que vender, o diciéndote al precio que tienes que hacerlo, es un secuestro en toda regla.
Por este motivo, tener una manera de trabajar definida, una estrategia muy bien pensada, y un equipo con objetivos asumibles, es fundamental para no encontrarse en una situación así.

Capítulo 4
Cuando tomamos decisiones


En todos los casos que conozco, lo que mejor ha funcionado ha sido vencer al miedo con la motivación, vencer al coste con la inversión, dejar atrás una etapa, para empezar otra con unas expectativas más definidas. Al final es como ir a la batalla con menos hombres, pero mucho mejor preparados y con más motivación.
También puedes tomar la decisión de formar a tu equipo, aun llevando mucho tiempo contigo, formando parte de su propio trabajo estar al día de sus competencias y sobre todo, elaborando una hoja de ruta con objetivos y responsabilidades definidas de cada uno. El concepto ?ORGNIGRAMA? es desconocido para muchas empresas. ?TODOS HACEN DE TODO?, pero ninguno al final es responsable de nada.
Esta situación es normal en muchas empresas, y al final el responsable de todo es el eslabón más débil, o sea, al que más fácil es echar la culpa para evitar responsabilidad.
Tener un responsable quiere decir que cualquier cosa que pase en su departamento es responsabilidad suya, y que solo él debe asumirla, porque para llevar un equipo de personas hay que ser líder. Por suerte, el concepto de jefe es algo que está en peligro de extinción.

Conclusiones:


Diferénciate de tus competidores no solo por vender cosas distintas, sino por ser una empresa distinta, con empleados y proveedores contentos, y con clientes satisfechos.
?No caigas en el error de pensar que una persona vale sólo por estar toda la vida haciendo lo mismo, piensa lo que valdrá cuando haya que hacer algo distinto?
Toma decisiones en función a las oportunidades, a las amenazas, a tus fortalezas y a tus debilidades.
Escucha a todos tus empleados y no solo a uno, porque son el conjunto los que tienen la responsabilidad de hacer cumplir las expectativas de la empresa.
Tus empleados deben ser los mejores embajadores de tu marca.
Si tus empleados hablan mal de la empresa tu reputación caerá en picado.

Gracias por haber llegado hasta aquí, Un saludo y hasta pronto.

José Uceda - CAINEM España